ADIOS LANDA: Adiós, crack

Alfredo Landa murió ayer, jueves 9 de mayo, en Madrid, a los 80 años de edad. El actor llevaba varios años retirado de la escena, recuperándose de un ictus cerebral que sufrió en el 2009 y disfrutando de las partidas de mus (de las cuales, él se autoproclamaba rey).


Nacido en Pamplona, el 3 de marzo de 1933, fue uno de los protagonistas más destacados (si no el mejor) de las comedias populares que triunfaron en los años del desarrollismo en España y, al mismo tiempo, uno de los héroes de la edad de oro del cine de autor en los 70… Eso sin contar con las películas que rodaría en los años 80, con papeles dramáticos importantísimos, y que lo encumbraron ante nuestros ojos, en el gran actor que siempre fue y que parecíamos no querer ver.

En 1958, tras participar en más de cuarenta obras teatrales en San Sebastián y curtirse en el humor de Mihura, Jardiel Poncela o Capote, se trasladó a Madrid "con siete mil pesetas en el bolsillo y sin un lugar donde caerme muerto", como relató él mismo en el libro 100 españoles y el sexo, de David Barba.

En la capital española continuó con el teatro, debutando con Nacida ayer y participando en grandes éxitos de taquilla como El Cenador (1960), de Alec Coppel, en la que compartió protagonismo con Julia Gutiérrez Caba.

Como él mismo reconoció, al principio su carrera se fraguó con trabajos alimenticios, "para salir adelante, porque para luego triunfar, primero hace falta trabajar, la experiencia es vital".

Su debut cinematográfico vino de la mano de José María Forqué, en el año 1962, en el que interpretó en un papel secundario, el personaje de Castrillo, . Cuenta el propio Landa que durante el casting de Atraco a las tres, Forqué le dijo: “Siéntate y pon cara de susto y después vete a casa”... Allí empezó su carrera en el cine y allí estuvo a punto de acabar también, porque Landa se fue a casa después de hacer la prueba... ¡Con cara de susto!


Aquello no era lo suyo de ninguna de las maneras... ¡Lo suyo era el teatro!... Según relata Landa: “Lo hice como mejor supe, pero me quedé tan decepcionado que pensé en abandonar para siempre la idea de hacer cine. Para mi sorpresa, al cabo de pocos días recibí una llamada: José María Forqué me había contratado”.

Así que Landa no tiró la toalla, y comenzó a aparecer con cada vez mayor frecuencia en la gran pantalla, encarnando a personajes cómicos. En 1970 interpretó No desearás al vecino del quinto, obra cumbre del Landismo que, pese a sus problemas con la censura, se mantendría durante 31 años como la película española más taquillera.

¿Y qué es el Landismo?... Ahora os lo explico: En la etapa de los años 70, sus películas (dirigidas en su mayoría por directores como Mariano Ozores, Pedro Lazaga, Luis María Delgado o Tito Fernández) crearían un subgénero cinematográfico conocido como Landismo en el que el protagonista era un determinado personaje español, machista, fanfarrón y reprimido en el terreno sexual (lo que podríamos considerar como el "españolito medio" de la época). Un rol que le daría una inmensa fama a nivel nacional.


Alfredo reconocía lo siguiente sobre aquella etapa: "No reniego del Landismo que me dio un éxito tremendo y tenía su valor, la prueba es que esas comedias siguen teniendo éxito cuando se pasan hoy día por televisión".

Posteriormente, su arte evolucionaría y con películas como El puente, de Juan Antonio Bardem, en el año 1977, su trayectoria artística cambia radicalmente, pasando de ser un actor de comedias ligeras, absurdas y de "destape", a convertirse en un intérprete de gran valor artístico.

Esta es la época en la que rueda películas tan buenas como La vaquilla, El crack (primera y segunda parte), El bosque animado, El rey del río, etc… Aunque como más le recordaremos en esta etapa, fue con su papel de Paco “el bajo”, en Los santos inocentes (1983), de Mario Camus, un drama impresionantemente bueno con el que Landa ganaría el premio a la mejor interpretación masculina (junto a Paco Rabal) en el festival de Cannes.


En reconocimiento a su larga trayectoria profesional, en el año 2008 se le concedió el Premio Goya de Honor, así como el Premio a su carrera, por la Unión de Actores.

Con más de ciento veinte películas a sus espaldas, Alfredo Landa nos abandona, dejándonos como herencia una filmografía que nos hizo disfrutar cuando éramos pequeños y también cuando nos hicimos mayores.

Aquí os dejo el listado de una selección de películas que podrían llegar a definir en parte quién fue este gran actor:

LOS SANTOS INOCENTES (Mario Camus, 1983)

Gran adaptación de un libro soberbio, una combinación que rara vez se ve en el cine. El clásico de Miguel Delibes y la película de Camus retratan la España rural profunda de una época muy determinada, sobre una familia de campesinos que vive a las órdenes (la expresión se queda corta) de un terrateniente. Por su interpretación, Landa y Paco Rabal recibieron y compartieron el premio a la mejor interpretación masculina en el festival de Cannes de aquel año.


VENTE A ALEMANIA, PEPE (Pedro Lazaga, 1970)

Los sinsabores de un cateto que emigra a Alemania en busca de trabajo fácil y chicas disponibles (¿o era al revés?) son toda una lección de historia, que se repite más de lo que nos gustaría (sobre todo en la actualidad). Por lo demás, es lo que muchos llamaban "españolada", otro género asociado al landismo, con la que Pedro Lazaga contaba las verdades del barquero. Alfredo Landa daba el tipo ideal para el personaje.



EL CRACK (José Luis Garci, 1981)

Es una de las mejores películas de José Luis Garci, el director con el que más veces trabajó Landa, en la etapa más brillante de sus respectvias carreras. Alfredo Landa interpreta a un duro detective, papel que borda, por supuesto. El protagonista, un expolicía, recibe el encargo de encontrar a la hija de un importante financiero. Los bajos fondos de Madrid están retratados como cualquier ciudad norteamericana en los mejores clásicos del cine negro de Hollywood.


ATRACO A LAS TRES (José María Forqué, 1962)

Para entender el magisterio de Landa no conviene olvidar sus títulos de aprendizaje, como esta obra maestra de la comedia española y de José María Forqué, en la que el actor tiene un papel todavía pequeño. Los empleados de una sucursal bancaria proyectan un atraco que se convierte en un puente hacia sus sueños: conducir un Mercedes, llevar una cartera de piel de cocodrilo (con un billete de mil pesetas) o conocer Logroño. Por fortuna, los años han puesto esta joya en su sitio.


NINETTE Y UN SEÑOR DE MURCIA (Fernando Fernán-Gómez, 1965)

Otro clásico de la comedia española, muy anterior a la versión de Garci de la obra de Miguel Mihura. El ingenuo protagonista, que vuelve a clavar Alfredo Landa, viaja a París con las mayores esperanzas, pero la belleza de la hija de los dueños de la casa donde se aloja nubla su mente y sus planes de hacer turismo.




EL BOSQUE ANIMADO (José Luis Cuerda, 1987)

Otro gran aliado de Landa fue José Luis Cuerda, con quien también rodó La marrana. En ambas películas ganó el premio Goya, además. La adaptación de la novela homómina de Wenceslao Fernández Flórez le permite al actor dar un auténtico recital. Inolvidable el Bandido Fendetestas.




EL REY DEL RIO (Manuel Gutiérrez Aragón, 1994)

Manuel Gutiérrez Aragón es otro de los grandes directores que trabajaron con él, en esta interesante y personal reflexión sobre la lucha de clases y sus atajos a la hora de ascender peldaños, con más de un detalle cómico. El cineasta terminaba así un largo paréntesis sin dirigir cine, dedicado al teatro, la escritura de guiones y la presidencia de la Sociedad de Autores. Jugaba sobre seguro; además de Landa, contó con la fotografía de Teo Escamilla y el guión de Rafael Azcona.


LA VAQUILLA (Luis García Berlanga, 1985)

Comedia de gran éxito del dúo Berlanga-Azcona sobre la Guerra Civil española, que tuvo que esperar unos cuantos años para eludir la censura. Está rodada con un despliegue de medios inusual y un reparto espectacular. Cuenta asimismo con un punto de partida original y divertido.




LA LUZ PRODIGIOSA (Miguel Hermoso, 2002)

Miguel Hermoso hace poesía-ficción con este título, que indaga en lo que podría haber sido si Federico García Lorca no hubiera muerto. El cineasta se apoya en el trabajo de los actores, Alfredo Landa y Nino Manfredi, inconmensurables, que ya habían coincidido en El verdugo, quizás la mayor obra maestra de Berlanga. La música está compuesta por el también legendario Ennio Morricone.



NO DESEARAS AL VECINO DEL QUINTO (Ramón Fernández, 1970)

Para terminar, uno de los títulos clave del landismo. Su humor no es el más sofisticado posible, aunque la comicidad de algunas situaciones todavía se salva. Incluso en sus títulos más alimenticios, el gran Alfredo Landa supo distinguirse del resto.





En fin... No sé qué más decir... Nos ha dejado un grande del cine...

¡¡Descansa en paz, maestro!!

¡¡Eres un crack.!!




También podría gustarte...

2 comentarios

  1. Creo que no hay mucho más que decir que lo comentado en esta entrada.

    ResponderEliminar
  2. Merecidísimo homenaje a este gran actor menospreciado por muchos de los que reniegan del cine español sin (en la mayoría de los casos) conocerlo.

    Reconozco que tampoco soy nada aficionado a las películas de su época de "destape" en las que interpretaba al típico garrulo ligón de playa. Pero si de sus grandes papeles en las películas de uno de mis directores preferidos Luis Garcia Berlanga o en su posterior faceta dramática.

    ResponderEliminar

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.