ENCONTRÉ AL DIABLO: Los surcoreanos saben hacer buen cine

Bueno... Aquí estoy con otra crítica cinematográfica y esta vez será positiva, para que no penséis que en esto del cine soy como un viejo gruñón (si es que habéis leído mis opiniones sobre Django Desencadenado, o Gangster Squad)… ¡¡Pero es que me da mucha rabia perder dos horas de mi vida en un producto que parece que me quiere tomar el pelo y piensa que soy idiota!!

En fin, comencemos con esta genial película surcoreana del año 2010 y  dirigida por Kim Jee Woon (nacido en 1964 y autor de otras obras muy interesantes como Dos gemelas, o El bueno, el malo y el raro).


La sinopsis de la película es la siguiente:

Kyung-Chul (Choi Min-Sik) es un psicópata peligroso que lleva cometiendo terribles asesinatos desde hace tiempo sin que la policía sea capaz de encontrarle. Sus métodos son extremadamente sangrientos y su abanico de víctimas va desde chicas jóvenes hasta niños… Pero todo cambia con su última víctima, Ju-Yeon, la hija de un jefe de policía retirado, cuyo cadáver es hallado descuartizado en un río. El novio de la chica, Soo-Hyun (Lee Byung-Hun), también policía, queda destrozado por la noticia y decide encontrar por su cuenta al asesino, dándole caza con crueldad. A partir de ese momento Soo-Hyun hará todo lo que esté en su mano para vengarse del criminal, incluso si eso le lleva a convertirse también en un monstruo.

Bien… Hasta aquí, no hay nada en particular que nos haga pensar que estamos viendo una pequeña joya del cine asiático (o mejor dicho, surcoreano, porque, por ejemplo, si uno se refiere a “cine americano”, engloba en ese término a películas tan diferentes como las estadounidenses, las brasileñas y las argentinas… ¡Y no son lo mismo!): El guión parece muy trillado, el tema de los asesinos en serie está demasiado visto y el sentimiento de venganza como vehículo conductor de las secuencias es muy típico.

¿Entonces porqué opino que una película con una premisa tan vista es realmente buena?

Pues bien, a los surcoreanos parece que les gusta muchísimo esto de tener a la venganza como tema principal de sus películas… Y es de agradecer pues, al contrario que en muchísimas producciones norteamericanas, no se quedan en la mera superficie del tema, sino que profundizan en él, consiguiendo guiones extremadamente violentos que no transmiten ese único mensaje de violencia, sino más temas que enriquecen el guión.

En el caso de la película que nos ocupa, el asesino en serie Kyung-Chul es un ciudadano en apariencia normal pero que, tras salir de su trabajo, se dedica a vagar con su furgoneta en busca de presas a las que torturar, violar y asesinar, sólo por el mero hecho de poder hacerlo.  Lo "mejor" de todo es que el director muestra en pantalla los crímenes con tal simplicidad, que el efecto repulsivo se multiplica por diez.



Sin embargo, tras conocer que han asesinado y despedazado a su novia, el policía Soo-Hyun perseguirá, castigará y torturará al psicópata Kyung-Chul de forma lenta y dolorosa, ofreciéndonos uno de los dilemas morales que aparecen constantemente en el film: Un “cazador” que disfruta atrapando y dejando escapar a su presa, haciéndola sufrir hasta volverla loca (estas cosas, los norteamericanos se las suelen saltar a la torera, a favor de unos efectos especiales de quitar el hipo).

Uno no deja de pensar que, si el policía quiere cumplir con lo estrictamente legal, bastaría con detener al asesino y llevarlo ante la justicia… ¡Pero no!... Soo-Hyun se toma la justicia por su mano y después de dar una paliza al psicópata, lo deja libre, permitiendo con ello que este asesino vuelva a cometer más crímenes (aunque después, el agente lo vuelva a encontrar para golpearle y torturarle de nuevo).


Es como pasear por la calle y ver a esos niños asalvajados y con muy poca educación, entreteniéndose tirando piedras a un animal cojo, hasta matarlo: Encontré al diablo es crueldad pura y dura.

Y esa crueldad, justificada por la venganza, te hace pensar.

Supongo que mucha gente creerá tras ver las imágenes, que este es un film en el que la violencia, la sangre y el sadismo son gratuitos, pero no… Bien es cierto que todas estas escenas están realizadas con un realismo minucioso y que el director podría pretender vendernos morbo en cantidades industriales, pero vuelvo a insistir: No, la película no va de eso.

El film se encarga de llevarnos por los dilemas morales que surgen si dejamos que nuestros instintos más básicos lo acaparen todo (como mejor muestra, el final, que no voy a contaros, porque te deja con la boca abierta).

Os recomiendo que la veáis si tenéis un poco de tiempo. Dura poco más de dos horas pero, al contrario que con el cine norteamericano que últimamente me está defraudando muchísimo, con este film no tendréis la sensación de haber perdido dos horas de vuestra vida.

Eso sí, como todo cine oriental (aquí sí que utilizo el término), el ritmo de la película es más pausado que las grandes producciones hollywoodienses a las que estamos acostumbrados a ver. Pero hasta esos momentos están muy bien, porque te dejan esa pausa necesaria para recapacitar sobre lo que estás viendo.

En definitiva: Encontré al diablo es un thriller de intriga impecable, al que la crítica no ha dudado en comparar, por cercanía, con la genial Old Boy (film surcoreano de Park Chan-Wook) o la propia Seven (de David Fincher).

Como anécdota final (y para sacar una sonrisa al personal) añadiré lo siguiente: ¿A quién os recuerda la cara del actor que interpreta al asesino en serie, Kyung-Chul?...



Como pista os diré que se trata de un internauta y escritor español al que tengo el placer de conocer (y me imagino que unos cuantos lectores también le conocen), cuyo seudónimo predica que “es divertido ser malo” (hhhuuummm… ¿Será ese el síntoma inicial de encontrarnos ante una mente retorcida y perversa?).


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3 comentarios

  1. Algunas puntualizaciones. El título correcto de otra de las películas de este director es “El bueno, el malo y el raro” (no el loco) y a mí me pareció visualmente interesante… pero un tanto peñazo en cuanto a ritmo sobrándole como mínimo media hora.

    Luego lo que aparece de la novia del protagonista no es el cuerpo descuartizado sino la cabeza (de hecho se felicitan ya que es uno de los pocos casos en los que esta aparece) y el protagonista no es policía sino miembro del servicio secreto (motivo de que tenga acceso a los dispositivos de seguimiento que emplea pero que por el contrario no vaya armado).

    Como en otros trabajos de este director, también esta se me hizo un tanto larga (especialmente sus últimos 20 minutos) pero por lo menos las excelentes actuaciones de los personajes y lo que ocurre en pantalla no hicieron que me aburriese (cosa que no ocurrió con “El bueno, el malo y el loco”).

    Si disfrutaste de esta te recomiendo “El hombre sin pasado”, no es tan excesiva y cruel pero cuenta con mejor ritmo y escenas de acción.

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  2. Me di el gusto de ver esta peli,hace un tiempo ya que vengo siguiendo el cine oriental,ya que hollywood me tiene bastante aburrido,para ser sincero no tenia muchas esperanzas con el film,pero poco a poco me fue atrapando,film mas terror psicológico que sangriento(tiene sus partes bastante crudas);pero super convincente, algo, que tanto cine que he visto me cuesta aceptar fácilmente. En definitiva la recomiendo con amplitud,no hay sobre actuaciones de los actores, tampoco esta el típico personaje estúpido que normalmente sale en las películas asiáticas(lo cual me alegro bastante)ya que esos pequeños detalles hacen caer la credibilidad de algunas producciones.En fin si tienen algo de tiempo véanla, si saben de buen cine.

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  3. Yo la he vi hace tiempo y está muy bien...el cine asiático ya sea el bélico o el mitológico es muy bueno, también el de artes marciales, todos los guiones ofrecen más que el argumento de la película y cómo has dicho yo me refiero al cine asiático englobando, el chino, el japonés, el coreano etc… la gente creen que son cinéfilos viendo solo cine comercial americano… y a veces europeo…pero para hablar de cine, pienso que hay que verlo todo hasta las películas más malas, cuando digo malas no me refiero a las comerciales tipo…Diablo viste de Prada, El diario de Noa, y yo que se más (que tendrá su encanto para los que les guste, no lo recrimino y tambien las vi para poder opinar), la visión de todo te da un visión más amplia del séptimo arte.

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